Gastronomía variada.
Verduras y frutas.
La gastronomía iraní destaca por sus verduras, la carne (en brochetas o guisos) siempre acompañada de arroz, los yogures y frutos secos. Muy sabrosa, sin embargo, no se caracteriza por la inmensa variedad regional, de platos o sabores de la cocina china, india o de Indochina, con lo que a veces parece que los platos son declinaciones de la misma base.
Normalmente, se comienza con un bufet de verduras y ensaladas que se pueden acompañar de vinagretas, salsas de yogurt con remolacha, ajo y otros ingredientes. A no perderse la salsa de yogurt de ajo de las montañas. La col, lechuga, zanahoria, berenjena son muy típicas. Los encurtidos son muy sabrosos y habituales, las típicos pepinillos, ajos de diversa formas, col, lombarda, etc…
La berenjena y los tomates rellenos también platos deliciosos, donde las salsas y guisos cambian dependiendo de la región o la época del año. En invierno se aprecian los potajes de lentejas, judías y otras legumbres, así como una sopa de albóndigas de terneras, con arroz, vegetales, la Kofta que se encuentra en varios países de la región.
Carnes y pescados
Las brochetas de pollo, cordero o vacuno recuerdan al kebab turco, con especias distintas. El arroz es omnipresente como acompañamiento. Generalmente de tipo basmati se acompaña de azafrán, pistacho o cortezas de naranja.
Otra opción son los guisos de carne vacuna con salsas de berenjena, espinacas, condimentadas siempre con azafrán, hierbabuena, menta.
El pescado no les gusta demasiado a los iraníes. Sólo se encuentra y es típico de las zonas del norte aledañas al Mar Caspio.
Los postres no son muy típicos, pero siempre hay dátiles y cremas dulces, así como pastas que se parecen a los mazapanes. La fruta es abundante, con sandia, melocotones, etc… Entre los más destacables está el Basloq harina de maíz, agua de rosas, nueces y coco.
Los frutos secos deshidratados son muy populares y de excelente calidad. Albaricoques, manzana, uvas, naranjas, limones y limas son sólo algunas de las posibilidades. Cualquier mercado iraní nos sorprenderá con frutos inimaginables deshidratados.
Bebidas, el alcohol está prohibido.
El té es la bebida nacional, aunque la variedad no es demasiado grande. El café no es tan común como en otros países.
La ley seca que prohibe la venta y el consumo de bebidas alcohólicas impide refrescarse con cerveza o vino, así que el agua será la bebida más común. Si no, siempre encontraremos zumos de frutas y granizados, muy buenos, así como helados.
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